Naciones Unidas, 28 dic (Prensa Latina) El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, calificó hoy como un desastre en ciernes las consecuencias de los ataques israelíes contra la salud pública en Gaza.
Las enfermedades infecciosas se propagan rápidamente en refugios superpoblados mientras que los hospitales apenas funcionan y no pueden brindar atención a cientos de personas heridas por los combates en curso, aseguró en una publicación en la red social X.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), apenas 13 hospitales funcionan parcialmente en el enclave, mientras que dos que funcionan mínimamente y 21 no funcionan en absoluto.
Nueve de las instalaciones en funcionamiento están en el sur, donde operan al triple de su capacidad, mientras enfrentan una escasez crítica de suministro y combustible, agregó la OMS.
En el norte, cuatro hospitales prestan servicios de maternidad, traumatología y atención de emergencia, a pesar de la falta de personal y suministros médicos, así como de combustible, alimentos y agua potable.
El contexto resulta aún más crítico porque apenas ocho de los 22 centros de salud administrados por la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa) al sur de Wadi Gaza siguen funcionando.
Casi 100 equipos médicos de la Agencia continúan atendiendo a los desplazados internos en los refugios.
La intensidad de los combates en la Franja, asediada desde que estallaron las hostilidades el 7 de octubre, impide los esfuerzos en curso para brindar atención médica y otros tipos de asistencia vital a los civiles.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reconoció que el apoyo es socavado por la inseguridad, las carreteras bloqueadas y la escasez de combustible.
Estos factores junto a las frecuentes interrupciones en las telecomunicaciones obstaculizan las operaciones humanitarias cada vez más necesarias, señaló OCHA.